martes, 27 de octubre de 2015

Trabajo del Bloque 2 (CORREGIDO)

Adaptación del cuento “Toda clase de pieles” para niños con edades comprendidas entre 8 y 9 años (Segundo ciclo de educación primaria)

Había una vez, hace muchos años, en un castillo muy grande vivían un rey y una reina junto con su bebe recién nacido. El bebe era una dulce niña que se llamaba Lucía y que se parecía mucho a su mamá, porque tenía el cabello rubio y los ojos claros como ella.

Una mañana la reina salió sola a montar a caballo por el bosque. El cielo estaba nublado y se oscurecía cada vez más. En cualquier momento podía haber una tormenta, con lo cual la reina decidió regresar a casa con su hija y con su esposo. De repente sonó un relámpago que hizo un ruido espantoso, que asustó mucho a la reina y a su caballo. El caballo, preso del pánico, hizo un movimiento muy brusco, con tan mala suerte que la reina se cayó al suelo. Inmediatamente, los soldados del rey que vigilaban el castillo, fueron a socorrer a la reina. Cuando llegaron, se encontraron a la reina tendida sobre el suelo y herida de gravedad. Los soldados la llevaron al castillo para que un médico intentase salvar su vida e informaron al rey de lo acontecido.  La reina sabía que era posible que no sobreviviese y no quería que su esposo y su hija crecieran solos. A demás tenían que tener un hijo para dejar descendencia. Por ello, cuando llegó el rey con Lucía para verla, ella le pidió que si no sobrevivía, que se casase con otra mujer. Sin embargo, le puso la condición de que esta mujer tenía que ser rubia con los ojos claros, al igual que ella. También le pidió que Lucía de mayor llevase su anillo. Varios minutos después la reina murió.

Pasaron unos años y Lucía iba creciendo.  Jugaba con su papá, con sus amigas, con sus animales… Su papá, tal y como prometió a la reina, llevaba tiempo buscando una mujer que tuviese los ojos claros y el cabello rubio para contraer de nuevo matrimonio. Pero desafortunadamente no encontraba una mujer así por ningún lado.

Pasaron los años y Lucía ya era una chica de 18 años. El rey estaba triste porque no había encontrado una mujer con los ojos claros y el pelo rubio. Tampoco puedo cumplir la promesa de que Lucía no creciera solo con él, y tampoco iba a poder cumplir la promesa de tener un hijo y dejar una descendencia.

 Una tarde, se celebraba una enorme fiesta en el palacio con motivo de la unión de dos reinos. Uno era el reino del padre de Lucía y el otro era el reino del príncipe Bolsón.  El Rey entabló una larga conversación con el príncipe Bolsón. El rey y se dio cuenta de que ya estaba mayor y que pronto tendría que cederle el trono a su hija. Sin embargo para que eso ocurriese, Lucía tendría que casarse con otro príncipe.

El rey pensó que si lucía se casaba con el príncipe Bolsón, podrían unirse los reinos y hacerse más fuertes y poderosos. Podrían ganar batallas y conquistar nuevos reinos. Sin embargo, para que ello ocurriese, Lucía tendría que aceptar casarse con el rey Bolsón.

Una noche, durante la cena en el salón del palacio, el rey le comentó a Lucía que pronto heredaría su trono, y que tenía que casarse con el rey Bolsón. También le comentó que era necesario hacerlo por el bien de su reino y que no podría rechazar esta oportunidad.

Lucía se sintió acorralada porque no quería casarse con el príncipe Bolsón y al parecer no podía decir que no. Pero finalmente Lucía aceptó casarse con el príncipe Bolsón

Sin embargo, Lucía era una chica muy inteligente y para ganar tiempo, le dijo a su padre que tenía que hacerle una serie de regalos antes de casarse: El primero era un vestido tan dorado como el sol, el segundo un vestido tan dorado como la luna y el tercero tan brillante como las estrellas. El rey ordenó a todas las personas del reino fabricar esos tres vestidos y mientras Lucía esperaba que sucediera algo para que su padre cambiase de opinión. Sin embargo en unos pocos días el rey ya tenía los vestidos preparados. Entonces, Lucía para ganar más tiempo decidió pedir fabricar un vestido que se tardase mucho en fabricar. Para ello, le dijo a su padre que el último vestido que quería antes de la boda era un abrigo fabricado con las pieles de todos los animales que existían en el mundo. El rey aceptó su petición ya que con todo su poder sabía que en poco tiempo lo tendría realizado. Lucía aún tenía esperanzas de que algo ocurriese no se casara con el príncipe Bolsón.

Finalmente, después de una semana más, un día que Lucía estaba en su habitación vio aparecer a su padre con el vestido de todas las pieles. Lucía aceptó casarse al día siguiente.

Aquella noche, se quedo dormida en su habitación y soñó que conocía a un chico guapo de su edad y que lo pasaban bien juntos. De repente se despertó y se dio cuenta que no podía casarse con un chico que no le gustaba. Entonces, cuando aún no había amanecido, Lucía escapó del castillo y de todo el reino a lomos de Bucéfalo, su caballo preferido.

 Los dos Recorrieron miles de kilómetros por el bosque durante varias semanas. La vegetación era muy abundante, los árboles proporcionaban refugio. Lucía y Bucéfalo se alimentaban de las frutas del bosque. El abrigo de pieles de Lucía era muy calentito para no pasar frio y Bucéfalo era un excelente compañero y amigo de Lucía a quien protegería ante cualquier peligro. Por las noches, Lucía le contaba cuentos a Bucéfalo mientras le acariciaba la frente y el cuello hasta  que los dos quedaban dormidos.

Una mañana Bucéfalo y Lucía se encontraron ante un viejo puente por el que tenían que pasar para cruzar un peligroso rio que bajaba furiosamente por todo el valle. El puente era de madera y a cada paso que daban la madera hacia ruidos que indicaban que no soportaban el peso de bucéfalo. Finalmente, la madera cedió, el puente se rompió y los dos cayeron al agua. Lucía se agarró fuertemente a Bucéfalo que intentaba nadar mientras la fuerte corriente les arrastró hacia abajo. Pasaron momentos de miedo porque podían ahogarse, pero Bucéfalo logró atrapar un tronco de árbol muy ancho que flotaba y ambos pudieron agarrarse a él y sobrevivir. El agua del rio cada vez se calmaba más. Tanto Lucía como Bucéfalo se calmaron y se dejaron llevar por la corriente observando el paisaje sin saber hasta donde les estaba arrastrando. Finalmente llegaron a una especie de playa en donde el rio desembocaba en el mar.

Lucía y Bucéfalo lograron salir del agua después de varias horas y comenzaron a caminar por la arena.  Estaban muy cansados, tenían mucha hambre y no sabían hacia dónde ir.  Ambos habían adelgazado mucho y ya  no se encontraban tan fuertes como antes. Habían pasado hambre, mucho miedo y Lucía tenía dolores de espalda. Su cabello estaba muy sucio, así como su rostro y las manos. Caminaron durante todo el día hasta la noche. Cuando todo estaba muy oscuro, decidieron pararse a dormir bajo unas palmeras. De pronto a lo lejos, Lucía pudo ver unas luces que parecían unas hogueras. Poco a poco ambos fueron acercándose hasta que de pronto, unos perros comenzaron a ladrar  y a acercarse a ellos. Tras los ladridos de los perros, se oían voces humanas. Lucía pudo ver que se le acercaban tres hombres con tres perros porque uno de ellos llevaba una antorcha para ver en la oscuridad.

Cuando los hombres llegaron y vieron a Lucía, se quedaron sorprendidos por las condiciones en las que estaba. La trataron muy bien, ya que era una chica muy joven, y la llevaron con su caballo al pueblo, que se encontraba en fiestas. Durante el camino, ella dijo que había huido de su reino, pero no le dijo que era hija de un rey. Finalmente la llevaron a casa de un anciano muy sabio que vivía solo, que le proporcionó un cómodo alojamiento y le preparó un plato de sopa caliente. Así Lucía pudo descansar y recuperar todas la fuerzas ya que lo había pasado realmente mal.

Al día siguiente, Lucía se despertó descansada y llena de energía. Salió de la habitación para ir a la cocina  y desayunar. De pronto alguien llamó a la puerta de la casa y Lucía abrió la puerta. Apareció un chico joven, moreno y de la edad de Lucía. Preguntaba por el anciano, pero al parecer no estaba. El chico joven se interesó por Lucía y le preguntó que quien era. Lucía no quiso contarle mucho acerca de ella y el Chico joven se marchó.

Al caer la tarde, el anciano no había vuelto. El chico joven volvió a buscarle y se encontró de nuevo con Lucía. Volvieron a quedarse hablando durante un rato. El chico se presentó y dijo que se llamaba Arturo.  Preguntó a Lucía que como era posible que tuviera el abrigo de todas las pieles de los animales. Lucía, que no se la daba muy bien inventarse historias, dijo que las pieles no eran de verdad. Sin embargo Arturo insistió porque sabía que si eran de verdad y que Lucía ocultaba algo. Lucia tenía miedo de que supiesen que era hija de un Rey, porque pensaba que si la descubrían, podrían llevarla de nuevo a su reino junto con su padre por no arriesgarse a tener una futura disputa. Finalmente, Lucía se cansó y le gritó a Arturo que las pieles eran de mentira.  Arturo se asustó y se marchó.

Por la noche el sabio anciano llegó a casa. Cenó con Lucía tranquilamente y ella le comentó que había venido a buscarle un chico llamado Arturo. El anciano, le dijo a Lucía que Arturo era el Hijo del rey. Que era el príncipe y futuro rey de este reino y que solía venir a esta casa hablar con él para recibir sus consejos.

Más tarde comenzó a sonar música. Era una semana de fiestas y todas las noches había espectáculos, cánticos y bailes. El anciano animó a Lucía a ir a la fiesta, pero esta se negaba porque no conocía a nadie. Finalmente, el anciano acompañó a Lucía a la fiesta para que no fuese sola.
Pasaron un par de horas mientras Lucía disfrutaba de los espectáculos con fuego que hacían los ciudadanos, y también de las canciones y los bailes. De pronto, apareció Arturo y le pidió bailar a Lucía, pero esta se negó. Sin embargo, el anciano le insistió y finalmente Lucía bailo con Arturo toda la noche.

Cuando el baile llegó a su fin y todo el mundo volvía a sus casas, Lucía y Arturo se fueron a despedir. De repente, Arturo intentó besar a Lucía. Inmediatamente Lucía apartó su cara para evitarlo y se fue a casa. Sin embargo, antes de que Lucía se alejara lo suficiente como para no escuchar, Arturo le dijo:
-       Sé que eres hija de un Rey!
Lucía se quedó paralizada y se preguntaba cómo era posible.
¿Por qué crees eso? – Preguntó Lucía
Porque llevas un anillo que solo lo llevan las reinas de los castillos – Respondió Arturo.
Lucía se sintió muy torpe al no haberse deshecho de él y también sintió miedo por lo que podía sucederle a partir de ahora. Sin embargo, Arturo ante tal situación le dijo lo siguiente:
-       Lucía se que si nos has estado ocultado a todos quien eres, probablemente es porque no quieres volver a ese lugar y temes aceptar un destino cruel que no te mereces. A sí que no te preocupes, yo guardaré silencio. Puedes quedarte aquí todo el tiempo que quieras y si tienes cualquier problema yo cuidaré de ti.

Al oír eso Lucía sintió un gran alivio y abrazó al príncipe Arturo. Aquellas palabras de Arturo le dieron la oportunidad a Lucía de volver a soñar con enamorarse de un chico de su edad y de crear una familia. 


Adaptaciones:

La principal adaptaciones que he realizado han sido:

 -La sintaxis, dando lugar a oraciones más simples, fáciles de leer y descripciones sencillas (sin un exceso de adjetivos). El objetivo de ello es facilitar la comprensión y facilitar que se mantenga la atención. 

- Vocabulario sencillo y adaptado a su edad, pero incluyendo también algunas palabras más adultas para que aprendan palabras nuevas.

- Hilo argumental.  No lo he cambiado mucho, ya que al realizar la adaptación y cambiar mucho el argumento se puede perder el cuento folclórico original, sin saber que esta adaptación procede de él.  Sin embargo si he procurado mantener el esqueleto de la historia pero cambiando los personajes. Ello me ha hecho dudar y al final me ha quedado más largo de lo que esperaba.



Fuentes consultadas

Búsquedas procedentes del google académico:
http://www.jstor.org/stable/30203629?seq=1#page_scan_tab_contents
http://rlp.culturaspopulares.org/textos/12/07-Hernandez.pdf

5 comentarios:

  1. Hola Carlos. Te comento: Tu cuento está muy bien aunque no has puesto ni argumentación acerca de las razones por las que adaptas a segundo ciclo (que lo veo apropiado y sencillo para esa edad), ni los cambios que has realizado ni las fuentes fiables...

    En el principio yo hubiera puesto un nombre a los personajes (reina y rey). Asi parecería más modificado y junto con el final, que lo has modificado estupendamente te quedaría un buen cuento. Y en el desarrollo de la historia hubiera añadido más elementos para seguir un poco la línea del original (a parte del anillo, la rueca, el colgante) ¿te acuerdas?.

    Revisa faltas de ortografía: Lucía en minúscula (segundo párrafo), Papá sin acento en la a (tercer párrafo), puedo en vez de pudo (cuarto párrafo), si en vez de se (quinto párrafo), ordenó (sexto párrafo) sin acento, recorrieron en mayúscula (octavo párrafo).

    Creo que tienes mucha imaginación, sabes proporcionar encanto para que los niños se enamoren de tu lectura. Asi que ¡Animo!

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    1. Gracias por tus aportaciones Fernando Del Moral. Corregiré los errores que has detectado para mejorar mi trabajo. Un Saludo!

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    2. Un excelente comentario, Fernando. Solo te ha faltado comentar el tema del incesto...

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  2. Bueno, Carlos... te has inspirado en Toda clase de pieles pero no has realizado una adaptación del mismo. Has cambiado demasiadas cosas del esqueleto.
    Para empezar, la chica no es ni de lejos tan autónoma y tan decidida como "toda clase de pieles". No tiene que buscarse la vida ni luchar por ella porque esa misma noche encuentra una casa y es cuidada y querida por todos. Es su mentor quien la anima a luchar por su felicidad y su anillo quien revela su origen... sin que haya intencionalidad en ello. El enamoramiento no es tampoco tan lento ni tan calculado. Parece un amor a simple vista... y ella no se lo "curra" en absoluto. Ni usa los objetos que se llevó de su casa y que la siguen enlazando, de algún modo, con sus orígenes.
    Por otra parte, lo que sí tenías que cambiar (el incesto) no lo has cambiado. No es un tema admisible para un aula de primaria y, mucho menos admisible es que sea el profesor quien lo "saque" en un cuento.

    En cuanto a tu argumentación, también debes revisarla. Los cuentos folclóricos deben ser contados, narrados oralmente, no leídos por los niños. Hay que mantener la forma original de transmisión. Por eso no es tan importante la adaptación del lenguaje y, mucho menos de la redacción y la presentación.

    El rasgo más importante de la princesa no es la belleza, sino la decisión, la autonomía, el deseo de tomar las riendas de su vida. Es cierto que "toda clase de pieles" es muy bella, pero ella solo usa esa belleza como un recurso más para conseguir su objetivo. Su mejor arma es la astucia, la autonomía, la inteligencia creativa...

    Debes rehacer la entrada entera.

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  3. En este caso sí has modificado algunas cuestiones: las referencias a la lectura (que eran muy graves porque estos textos debes transmitirlos de forma oral) y el incesto. Sin embargo, la parte final está cambiada con respecto al original porque todo el entramado de astucias que utiliza Toda clase de pieles, se limita aquí a mentir sobre su origen y a decir que el abrigo no es realmente de piel. Es el príncipe quien lo descubre todo por un olvido de ella. Falta la intención.

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